Vale siempre llega a trabajar en la sucursal de Jetmar en Punta Carretas con alguna prenda o accesorio de Disney. Una mochila de Star Wars, unas caravanas Pandora de Mickey Mouse o un buzo por los 50 años de Walt Disney World. Y, la mayoría de las veces, sus compañeros de trabajo le preguntan por estos personajes que a ella le generan tanta fascinación. En su cuarto también tiene una especie de altar con peluches, mochilas, fotos, vinchas y estatuillas de Disney que fue coleccionando a lo largo de los años; y, cada Navidad, arma su árbol con peluches de Mickey & Minnie Mouse, chirimbolos de los personajes y el emblemático logo de Disney como estrella en la punta del pino.
Quizá parezca infantil, pero a Vale no le importa. Hace años que ya aprendió a no reprimir su gran emoción por el mundo que creó Walt Disney. Hace años que disfruta de estas películas como si fuera una niña porque toma de ejemplo a su hermana mayor, que miraba con ella las películas que rentaban cada fin de semana a pesar de ser 10 años mayor que Vale. Ambas las disfrutaba como si tuviesen la misma edad. Como si las dos fueran niñas chicas.
Vale se crió con los Aristogatos, Bambi, Dumbo y Blancanieves. Cada vez que se sentaba frente a la televisión, su abstraía del mundo real y se metía en el mundo de maravillas que tenía delante. Con su hermana se aprendían todas las canciones, los diálogos y los gestos de los personajes, y los usaban para hablar entre ellas y con sus padres. Hasta el día de hoy se sigue acordando.
Para Vale, la magia de las películas de Disney es que representan la vida misma sin tabúes a pesar de estar pensada para niños. A la madre de Bambi la cazan; a Mufasa, el padre de Simba en El Rey León, lo mata su hermano por querer el trono; y en Lilo & Stitch, el alienígena busca una familia que le de amor porque nunca tuvo una.
En el Uruguay de fines de los 80, teletransportarse al mundo de fantasía de las películas era fácil, pero viajar a los parques temáticos de Disney en Estados Unidos era un sueño muy lejano. Más aún para Vale. Fue recién en 2016, el día en que cumplió 32 años, que cruzó las puertas de Magic Kingdom Park en Orlando, al ir a visitar a su prima que vive en Miami. La emoción le salía por los poros. No podía creer que por fin podía experimentar con todo su cuerpo aquel mundo de sus personajes favoritos. Pasó todo el día caminando por el parque desde que abrieron las puertas, se subió a todos los juegos y vio todos los shows posibles hasta que la echaron cuando cerró el parque.
Al año siguiente, volvió a los demás parques de Orlando —Disney’s Animal Kingdom, Disney’s Hollywood Studios y EPCOT— y se dejó deslumbrar por cada rincón de sus mundos. Viajó a los parques de Orlando, París y Japón; y próximamente planea visitar los de Los Ángeles y China. Más allá de su experiencia personal, lo que le encanta de los parques de Disney es ver cómo algunos padres incluso se divierten más que sus hijos porque, una vez que cruzás la puerta, surge tu niño interior.
Los 5 juegos favoritos de Vale en Walt Disney World Resorts Orlando
- Avatar Flight of Passage – Disney’s Animal Kingdom. Un juego 3D en el que te subís a un banshee montañés con alas para tener un paseo sobre el paisaje sobrenatural de Pandora. La simulación es tan increíble, que hasta sentís la respiración de esta criatura de Avatar.
- Peter Pan’s Flight – Magic Kingdom Park. Seas o no fanático de esta película, este simulador genera mucha ternura. Uno realmente siente que está volando por Londres mientras lucha contra el Capitán Garfio.
- Space Mountain – Magic Kingdom Park. Una montaña rusa cerrada de mucha adrenalina que te lleva por el impresionante espacio de Star Wars.
- Mickey & Minnie’s Runaway Railway – Disney’s Hollywood Studios. Este simulador se basa en los cortos de Mickey Mouse (disponibles en Disney+) y recorre la historia de este legendario personaje creado por Walt Disney.
- Soarin’ Around the World – EPCOT. Un viaje volador por las diferentes Maravillas del Mundo, en donde incluso se siente el olor de los campos de naranja de California.
Las 10 recomendaciones de Vale para visitar los parques temáticos
- Contar con toda la documentación necesaria para viajar, si se necesita Visa —como ocurre en el caso de Estados Unidos—, este trámite suele demorar mucho y por eso es imprescindible gestionarla con tiempo.
- Planificar muy bien el viaje a los parques. Es un destino complejo y se necesita planificación para no perder tiempo y dinero.
- A la hora de planificar tu viaje, lo mejor es contar con un agente especializado en Walt Disney World Resorts para que este profesional los ayude en todo el proceso y durante el viaje.
- Bajar la aplicación My Disney Experience. Esta App te da la posibilidad de organizar todo tu día en los parques, te informa sobre la demora para subirse a cada juego, tiene los horarios de desfiles y shows, y hasta te permite pedir comida de los restaurantes del parque para luego retirarla cuando esté lista y no tener que hacer ninguna fila.
- Hospedarse dentro del complejo de Walt Disney World Resorts para ahorrar el costo de los traslados y el tiempo. Estos hoteles cuentan con buses gratis que salen cada cinco minutos y también regresan al hotel durante la tarde.
- ¡Vertirse para la ocasión! Armar un outfit temático para visitar los parques es muy divertido y dentro de los hoteles y parques hay muchas opciones de prendas y accesorios para todos los gustos y presupuestos. Eso sí, no te olvides de llevar calzado cómodo porque vas a caminar todo el día.
- Chequear el clima, sobre todo en Orlando porque puede llegar a ser muy lluvioso. En tal caso, llevar un poncho para lluvia o paraguas (dentro de los parques tienen un costo alto).
- Llevar una botella de agua para rellenar. Dentro de los parques hay dispensadores de agua gratis y en todos los kioscos y restaurantes ofrecen hielo.
- Es posible ingresar a los parques con comida, lo único que no está permitido son los envases de vidrio. Así que si no querés gastar mucho dinero dentro de los parques, podés llevar snacks, fruta, sándwiches, wraps o lo que más te guste.
- Por último y no menos importante: ¡Disfrutar a pleno! Vivir esta experiencia mágica como si fueras un niño otra vez.
