Es indudable que una de las mejores formas de conocer un país (si no la mejor) es haciendo un roadtrip. La libertad es total. De un segundo a otro podés decidir frenar un rato a contemplar una vista espectacular, o pasar la noche en un pueblo pintoresco en la mitad de la nada, o bajarte del auto a explorar un bosque que te llamó la atención. En un roadtrip podés conocer todos los lugares que quieras con tus propios tiempos y lo mejor de todo es cuando la ruta es una atracción en sí misma.
Desde picos nevados en el sur de América Latina, hasta los desiertos de Estados Unidos; o rutas que conectan los pueblos medievales más hermosos de Alemania y Francia; ir bordeando la costa escarpada de Escocia o Noruega; manejar en rutas serpenteantes entre las montañas de Italia o, por qué no, viajar a países más lejanos como Sudáfrica o Australia para descubrir su belleza inigualable desde la ventana de tu auto. En cualquiera de estos roadtrips hay paisajes que te van a asombrar y en la mitad del camino habrá un río, un lago o alguno de los cinco océanos del mundo para que tengas un rato de paz.
1. La Ruta de los 7 Lagos, Argentina (105 km)
Esta ruta escénica atraviesa la provincia de Neuquén, en la región de la Patagonia y conecta las localidades de San Martín de los Andes y Villa La Angostura. La ruta pasa por lagos cristalinos y bosques de araucarias, siempre acompañada por la vista de la inmensa cordillera de los Andes. El nombre de la ruta se debe a los siete lagos que se cruzan en el camino: los lagos Machónico, Falkner, Villarino, Escondido, Correntoso, Espejo y Nahuel Huapi.
Este roadtrip es perfecto tanto para invierno como para verano. Si viajás a la Patagonia durante el invierno, te vas a encontrar con un paisaje vestido de blanco y la ruta es ideal para un día lejos de los centros de ski, mientras que durante el verano el pasto está verde y los viajeros pueden nadar en las aguas transparentes de los siete lagos.
2. La Carretera Austral, Chile (1240 km)
Seguimos en la Patagonia, pero ahora nos vamos a Chile para recorrer la Carretera Austral (Ruta 7), ideal para los que buscan vivir la aventura de las montañas, lagos y bosques, pero fuera de los caminos trillados. La mejor fecha para recorrerla es entre octubre y abril y se inicia en Puerto Montt, una ciudad vibrante en el distrito de Los Lagos. Luego, la ruta se dirige hacia el sur pasando por Santa Lucía, Coyhaique y Tortel para terminar en Villa O’Higgins. En el medio te vas a encontrar con los mejores trekkings, la posibilidad de pasear a caballo o nadar en los lagos del sur de Sudamérica.
3. Circuito de Parques Nacionales del sur de Utah, Estados Unidos (764 km)
La ruta se tiñe de rojo en el desierto rocoso del salvaje oeste en el estado de Utah. Pilares de color rojo quemado emergen de la tierra y uno se mete entre los cañones, mesetas, crestas y gargantas de piedra que te dejan sin aliento. Aunque esta ruta no tiene un nombre oficial, es la amalgama de varias rutas que se abren paso a través de algunos de los paisajes más alucinantes del mundo.
El trayecto comienza en el mirador Dead Horse Point y pasa por el Parque Nacional Canyonlands, el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante, el Parque Nacional Capitol Reef y el Cañón Bryce para culminar en el Parque Nacional Zion, considerado uno de los mejores parques nacionales entre los 63 que existen en todo Estados Unidos.
4. Colle del Gran San Bernardo, Italia (230 km)
Su combinación de precipicios vertiginosos, curvas cerradas y túneles que derivan en vistas de los Alpes, la convierten en una de las rutas de montaña más impresionantes. El punto de partida es la ciudad de Turín y finaliza en la ciudad de Montreux, a orilla del lago Ginebra. Durante el camino se aprecian los prados y valles alpinos, atravesados por lagos y ríos de agua cristalina. El punto más destacable de la ruta es el mismísimo Paso del Gran San Bernardo, un paso de montaña famoso por su historia y su conexión con el refugio de montaña fundado en el siglo XI y que lleva el mismo nombre.
5. Ruta Napoleón, Francia (325 km)
Esta ruta sigue el recorrido que hizo Napoleón Bonaparte en su retorno desde la isla de Elba hasta París en 1815. La ruta inicia en Golfe-Juan, cerca de Cannes en la Costa Azul, y termina en Grenoble, en los Alpes franceses. A lo largo del camino van apareciendo valles floridos, montañas, bosques y pueblos de época con la clásica arquitectura francesa. Las paradas imprescindibles son la ciudad de Grasse (la capital mundial del perfume), la ciudad medieval de Castellane, el increíble cañón de las gargantas del Verdon y el Parque Nacional de los Ecrins.
6. Romantische Strasse, Alemania (350 km)
La icónica “ruta romántica” representa un viaje en el tiempo para conocer la campiña alemana. Atraviesa el estado de Baviera y es conocida por unir una serie de pueblos y ciudades históricas que parecen haber salido de los cuentos de hadas, con paisajes rurales únicos y castillos medievales. Entre las localidades más destacadas se encuentran el pueblo de Würzburg, donde inicia el roadtrip; Rothenburg ob der Tauber, considerado el pueblo más hermoso de Europa; Dinkelsbühl; la ciudad amurallada de Nördlingen; y Füssen, en donde se ubica el famoso Castillo de Neuschwanstein en las alturas.
7. The North Coast 500, Escocia (830 km)
Una de las mejores excursiones en carretera que tiene el Reino Unido es el North Coast 500, con una ruta circular que empieza y termina en el famoso pueblo de Inverness a orillas del Lago Ness. El roadtrip es por la costa norte de Escocia, pasando por playas de arena blanca, montañas y pueblos pesqueros remotos. Dirigiéndose hacia el norte desde Inverness, la ruta recorre la Isla Negra, Easter Ross, Caithness y John O’Groats. Luego, la ruta vuelve hacia el sur por la costa oeste a través de Sutherland, Wester Ross y de regreso a Inverness.
8. Carretera del Atlántico, Noruega (111 km)
Noruega tiene muchas rutas turísticas que integran puentes, túneles y trayectos en ferry en donde se ven los imponentes fiordos noruegos, picos nevados y lagos glaciares. Sin embargo, la mejor de ellas es sin duda la Carretera del Atlántico, que se extiende desde la ciudad de Molde hasta la isla de Averøy. Un tramo de la ruta es por un puente sobre el mar que va cruzando por el archipiélago de islas. Si recorrés esta ruta en un día de verano, es posible disfrutar de la calma de las aguas brillantes del norte, pero si justo se avecina una tormenta desde el noroeste vas a sentir toda la fuerza y la grandiosidad del Atlántico.
9. Great Ocean Road, Australia (550 km)
Desde Melbourne hasta el icónico 12 Apóstoles, esta ruta es la más famosa de Australia y combina la vista de las olas turquesas del Océano Índico con parques nacionales y pueblos playeros. Al salir de la segunda ciudad más poblada del país, la ruta se dirige hacia el suroeste hasta llegar a Torquay, donde oficialmente comienza la Gran Carretera Oceánica. Desde ese punto la ruta sigue la línea de la costa victoriana hasta llegar a un conjunto de formaciones rocosas marinas, los 12 Apóstoles, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad. En el trayecto también hay otros lugares como Loch Ard Gorge, London Arch y la cascada de Erskine que vale la pena conocer.
10. The Panorama Route, Sudáfrica (209 km)
Esta ruta bordea la cordillera de montañas de Drakensberg, al noreste de Sudáfrica, y pasa por reservas de vida silvestre, campos de frutas, sitios de extracción de oro, cascadas majestuosas, gargantas de cañón y, por supuesto, las imponentes cumbres de la Escarpa del Drakensberg. El punto de inicio es en la localidad de Hoedspruit y termina en el paraje Pilgrim’s Rest. Luego de pasar el Pico Tugela —el más alto de toda la cadena montañosa con una altura de 3,324 metros— se llega al “Mirador de Dios” con vistas sobre el Cañón del Río Blyde, el famoso Parque Nacional Kruger —donde podrás ver a los Cinco Grandes—y las Montañas Lebombo en la frontera de Sudáfrica con Mozambique.