Río de Janeiro, aclamada como la Cidade Maravilhosa, se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más visitados de América Latina, con millones de personas de todas partes del mundo que la visitan cada año. Si bien su reconocimiento mundial se debe a las icónicas playas de Copacabana e Ipanema, Río ofrece mucho más que arena dorada y agua turquesa. La ciudad también es famosa por su imponente estatua del Cristo Redentor, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, y por El Carnaval de Río, que se celebra a fines de febrero y es considerado el mayor festival del mundo.
Lo que tanto atrae de Río de Janeiro —y hace que muchos la consideren la capital cultural de Latinoamérica— es la vibra latina de la ciudad. La samba y la bossa nova se oyen en cada esquina, la gente juega al fútbol en la playa y tomarse un coco frío a la sombra de una palmera, es algo habitual. En Río las playas son el epicentro de la vida social carioca y cada vez que transitás sus ramblas, es imposible no sentirse más relajado y feliz.
La ciudad brasilera se caracteriza por su rica escena cultural, que se materializa en barrios como Santa Teresa, el hogar de numerosos artistas y bohemios. Un lugar lleno de galerías de arte, talleres y museos. Por otro lado, Río de Janeiro tiene una belleza natural que muy pocas ciudades latinoamericanas tienen porque se construyó en medio de la Selva Atlántica, entre el mar y las montañas de la Sierra de la Mar, con el famoso macizo de Tijuca, una vasta área de bosque atlántico que representa uno de los mayores bosques urbanos del mundo.
Tu viaje a Río de Janeiro puede ser improvisado y que tenga como objetivo disfrutar del sol carioca en sus playas inigualables. Sin embargo, el clima tropical de Río tiene doble filo y durante tus vacaciones te pueden tocar días ventosos o lluviosos. Por eso, te recomendamos tener otras actividades en mente para que disfrutes al máximo. A continuación, te damos 15 ideas para tus vacaciones en la Cidade Maravilhosa.
1. Pasear en bicicleta por la rambla
Si viajás a Río, alquilar una bicicleta y salir a recorrer sus icónicas ramblas es clave si querés vivir la esencia carioca y disfrutar de vistas impresionantes de la ciudad. Empezá por Ipanema, desde la Praia do Arpoador hasta el Mirante do Leblon. Bike Rio es un sistema inteligente de alquiler gratis de bicicletas que opera Itaú, con más de 260 estaciones distribuidas estratégicamente por toda la ciudad para que tomes y dejes las bicis cuando quieras.
2. Ver a los surfistas en la Praia do Arpoador
Ubicada justo entre Ipanema y Copacabana, la Praia do Arpoador es una playa menso concurrida y uno de los mejores spots de surf. En esta playa se congregan muchos surfistas cada mañana, algunos que se tiran al agua cuasi como un ritual antes de irse a trabajar. Las rocas de Arpoador, además, son un punto perfecto para sentarse a ver el sol escondiéndose detrás del Morro Dois Irmãos, la clásica postal de Río de Janeiro.
3. Subir al Cristo Redentor en tranvía
El Cristo Redentor deslumbra no solo por su inmenso tamaño (con 38 metros de altura), sino también porque desde la cima se ve una increíble vista panorámica de la ciudad. Subir al Cristo representa un imperdible de este destino y si decidís hacerlo a través del tranvía Paneiras Corcovado vas a irte metiendo por el Parque Nacional de Tijuca.
4. Noche de copas en el barrio Leblon
Leblon es conocido por su vida nocturna sofisticada, con bares y restaurantes en tendencia que ofrecen una amplísima oferta gastronómica y cócteles de primer nivel. Lugares como La Carioca Cevichería, Belmonte, Quitéria o Le Pulê, son alguno de los bares emergentes que están de moda entre los jóvenes.
5. Visitar el Jardín Botánico do Rio de Janeiro
Fundado por el rey Juan VI de Portugal en 1808, este jardín botánico alberga mucha historia y es un refugio de biodiversidad en medio de la ciudad, con un entorno hermoso y muy bien mantenido. Tiene una gran colección de plantas tropicales exóticas y nativas, con un invernadero de especies de orquídeas y una zona de monos. Desde el jardín además hay una vista impresionante del Corcovado.
6. Subir el Pão de Açúcar
La mejor vista de Río de Janeiro se ve desde el morro Pão de Açúcar, a cuya cima se sube en teleférico. Es recomendable subir al morro durante el atardecer, para así ver cómo las luces de la imponente Río de Janeiro se van reflejando en la Bahía de Guanabara mientras que el cielo se tiñe de tonos anaranjados.
7. Disfrutar de la escena cultural del barrio Santa Teresa
Santa Teresa, con sus calles empedradas y casas coloniales, es el corazón artístico de Río. Aquí se encuentran galerías, talleres de artistas y el famoso Parque das Ruínas, un centro cultural al aire libre. Vale la pena dedicar una tarde a recorrerlo a pie y luego cenar en alguno de sus tantos bares típicamente cariocas.
8. Walking tour por el Centro
Dedicar un día entero a caminar o pasear en bicicleta por el Centro de Río, es una buena idea si querés conocer joyas arquitectónicas. En este barrio se encuentran la Catedral de Río de Janeiro, los Arcos de Lapa, el Real Gabinete Português de Leitura, el Teatro Municipal, las famosas Escaleras de Selarón y el futurista Museo do Amanhã. Aunque no ingreses a estos lugares, caminar por las calles empedradas de este barrio histórico y ver estos monumentos desde afuera, es un paseo memorable.
9. Tomar un café en la antigua Confitaría Colombo
Fundada en 1894, la Confitaría Colombo —también situado en el centro— es un viaje al pasado con su espléndida arquitectura Art Nouveau y un ambiente elegante. Sentate en una de sus mesas para disfrutar de un café y un bolo o un brigadeiro e imaginate cómo era la vida de Río en los siglos pasados.
10. Museo de Arte de Río
El MAR es un espacio dedicado a la promoción y valorización del arte brasilero. Sus exposiciones temporales y permanentes son una ventana al rico patrimonio cultural de la ciudad y allí se exhiben obras de reconocidos artistas como Tarsila do Amaral, Hélio Oiticica, Lygia Clark y Vik Muniz.
11. Almorzar en Plage Café del Parque Lage
El Parque Lage, con su histórica mansión y sus jardines, es un lugar encantador para disfrutar de un almuerzo en el Plage Café. Este espacio combina historia, arte y gastronomía en un entorno rodado de verde.
12. Caminar alrededor del Lago Rodrigo de Freitas
Este lago urbano es perfecto para un paseo relajante, tanto caminando como en bici. Sus senderos están rodeados de vegetación y también se pueden alquilar botecitos a pedal para recorrer el inmenso lago desde el agua, rodeado por las majestuosas montañas circundantes.
13. Tomar una cerveza en los bares callejeros de Lapa
Lapa es el epicentro de la vida nocturna bohemia de Río, con bares callejeros y música en vivo que crean una atmósfera del auténtico Brasil. Probá una de las tantas cervezas locales y sentí el ambiente del samba entre los jóvenes.
14. Ir a ver un partido de fútbol al Estadio Maracaná
El Maracaná es más que un estadio, es un símbolo del fútbol mundial, el lugar en donde Uruguay tuvo su triunfo en Mundial del 50. Vivir un partido en este estadio permite que los amantes del fútbol se sumerjan en los fanatismos brasileros.
15. Hacer senderismo por el Parque Nacional de Tijuca
En Río podés tener una inmersión en la naturaleza a pocos minutos de la ciudad en el Parque Nacional de Tijuca, un bosque en la cima de los morros con vista panormámica a la ciudad y el océano, con miles de senderos para transitar, cascadas y ríos.
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