Viajar nos enriquece y genera recuerdos para toda la vida, pero cada tipo de viaje hace que te sientas de una manera diferente. Puede ser un viaje de relax en la playa, un viaje de descubrimiento de nuevas culturas, un viaje para divertirte con amigos en una ciudad, un viaje para apreciar el arte y la historia o un viaje de aventura por montañas, desiertos o safaris. Las opciones son infinitas porque el mundo es inmenso.
Entre tantas opciones, Milagros Estevez –supervisora de ventas de Jetmar– eligió hacer un retiro espiritual en la Selva Amazonas. No se considera una persona hippie, pero sintió que era el momento perfecto para hacer un viaje individual que le permitiera desconectarse del mundo y conectarse consigo misma. Un viaje de introspección y de conexión con la naturaleza. Una pausa.
La Selva Amazonas era un destino que le tentaba conocer hace tiempo. Se trata de la selva tropical más grande del mundo, presente en nueve países de Latinoamérica y con una extensión de 7 millones de kilómetros cuadrados. Esta selva es el pulmón del planeta –produce el 20% del oxígeno de la Tierra– y es el hogar del 10% de todas las especies conocidas en el mundo. Se calcula que hay más de 16.000 especies de árboles, más de 2,5 millones de especies de insectos y alberga animales exóticos como el jaguar, el delfín rosado, la piraña, la anaconda, el guacamayo y el tucán toco. Además en la Amazonía viven unas 400 tribus indígenas que realizan prácticas ancestrales.
Mili se puso a investigar dónde hospedarse y dio con un sitio llamado Awaken Healing Center. Este hospedaje con todo incluido está en la mitad de la selva, a 25 kilómetros de la localidad de Iquitos en Perú y cuenta con varias cabañas modernas sobre un río. Además, ofrece diversas actividades y excursiones e incluye las cuatro comidas (todas ellas cocinadas con frutas, vegetales, especias y pescados de la selva).
Más allá de la estadía, el centro ofrece programas con objetivos específicos y Mili eligió hacer el Programa Detox de 14 días. Este programa está enfocado en desintoxicar el cuerpo y el alma, superar adicciones leves y salir de la estagnación, todo esto con el propósito de reevaluar decisiones de vida y dejar atrás hábitos ineficaces. Sin pensarlo demasiado, Mili reservó este programa y sacó su vuelo a Iquitos con escala en Lima.
“El nombre del programa ya me parecía como una señal y entonces me contacté con el centro para que me pasaran más detalles y me gustó mucho la propuesta. Incluye ceremonias indígenas, alimentación con productos orgánicos y uso de plantas medicinales”, cuenta Mili. Entre sus objetivos, estaba el de dejar de fumar y poder vivir unos días sin usar el celular.
La llegada a la selva
El 5 de octubre Mili aterrizó en Iquitos, una pequeña ciudad que se extiende a orillas del Río Amazonas, y un funcionario de Awaken la buscó por el aeropuerto en un motocarro para llevarla a un pequeño puerto en el río. Ahí se subió a un bote privado para trasladarse a la localidad de Santa Clara cruzando el río en un trayecto de 40 minutos. Al bajarse del bote, tuvo que hacer una caminata guiada de media hora por la selva, y finalmente llegó al hospedaje. “Cuando vi el lugar, me pareció perfecto. Era una imagen perfecta de la naturaleza que me generó paz mental”, dice Mili. La cabaña era amplia y cómoda, con una hamaca paraguaya en la entrada y un baño exterior en suite.
Ya desde la caminata inicial para llegar al centro, vio especies de insectos que nunca había visto en su vida. Variedades de arañas, bichos bolita y mariposas de todos los colores. Pero nunca sintió miedo: “Desde un yo más primitivo, sentís que sos parte de esta selva y mientras que no les hagas daño a estos bichos, ellos no te van a hacer nada”. A pesar de que todos los días hubo una temperatura de 30 grados, no había mosquitos.
El día en la selva comenzaba a las 5:30 de la mañana con el ruido de los pájaros. No de un pajarito que se posa en la ventana de tu cuarto, sino el ruido de miles de pájaros combinados. El primer día, Mili se despertó muy sorprendida con este sonido, pero con el correr de los días se fue acostumbrando y hoy en día hasta extraña el sonido.
Luego de despertarse, se quedaba un rato leyendo y escribiendo en la hamaca paraguaya, después tenía clase de yoga y finalmente desayunaba. Cuando terminaba de desayunar, tenía otro rato individual y otra actividad en grupo, almorzaba y en la tarde había alguna excursión por la selva, un ritual de limpieza con plantas medicinales o actividades lúdicas como pintura o clases de cocina.
Durante una de las caminatas que fue con un guía local, ocurrió que de repente el nativo paró de golpe porque sintió un ruido y le dijo a Mili que se quedara quieta en silencio. Escuchó el sonido de un Leopardo, entonces le sugirió quedarse estáticos por unos minutos para luego emprender el regreso a las cabañas.
Además de las excursiones por la selva, Mili conoció la Isla de Monos, un santuario natural dedicado a la rehabilitación y protección de monos rescatados del comercio ilegal de animales y visitó el árbol más grande del Amazonas, una especie llamada Lupuna que tiene más de 300 años y puede alcanzar los 60 metros de altura.
Un detox de alma y cuerpo
Uno de los aspectos de su viaje que más cautivó a Mili fue notar los resultados inmediatos de este estilo de vida que llevó durante 14 días. “Me sentía más liviana y cuando le mandaba alguna foto a mi familia, ellos me decían, ‘tu cara es otra’ y yo realmente sentía que mi cara y mi pelo estaban mucho más sanos, y ni que hablar de la paz y bienestar interior que sentía”, cuenta.
Si bien Mili reconoce que esta experiencia no es para cualquiera, lo súper recomienda y lo volvería a hacer. Para ella, fue un viaje magnífico. Su mayor consejo es no hacer este viaje solo porque quieras conocer la selva, sino que tengas la intención de desconectarte de la vida cotidiana para conectar con otro lado tuyo. Que sea un viaje de autodescubrimiento. Si bien podés vivir esta experiencia en pareja o con una amiga, si lo hacés sola Mili cree que es una oportunidad para tener una introspección para limpiar tus pensamientos y replantearte tus hábitos.