Hay muchos motivos para viajar a Turquía, sobre todo considerando que tiene 18 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad. Este país antiquísimo es el puente entre occidente y oriente, pero esto no solo se reduce a un aspecto geográfico, sino que también se traduce en la vida misma: las ciudades turcas tienen la combinación perfecta entre estas dos culturas que a veces parecen opuestas. Aquí es posible experimentar a pleno las tradiciones del mundo árabe a tan solo unos pasos de Europa.
Estambul, la capital de Turquía, cautiva a millones de turistas cada año y esto no es sorpresa. Siglo tras siglo, la ciudad fue testigo de la caída de imperios que lucharon para apoderarse de su encanto. Durante siete siglos fue el Imperio Otomano el que la coronó como su epicentro bajo el nombre de Constantinopla y muchos de los rasgos de este poderoso imperio siguen intactos en las calles de la Turquía actual. En Estambul el chic europeo se fusiona con la mística oriental y, más allá de las mezquitas y palacios que te dejan atónito, es la atmósfera cosmopolita vibrante lo que atrae a las muchedumbres.
Este destino no solo es ideal para los amantes de la historia, sino que además tiene paisajes increíbles como la Ruta Licia que rodea la costa turquesa. Desde los paisajes surrealistas de Capadocia, con sus formaciones rocosas únicas y los colores intensos de los globos aerostáticos que decoran el cielo, hasta las playas de aguas cristalinas que dan al Mar Mediterráneo, Turquía ofrece una variedad de escenarios naturales que maravillan a sus visitantes. A continuación, seis lugares imperdibles para conocer durante tu viaje por el país.
1. Estambul
La capital de Turquía está dividida por el estrecho de Bósforo, por donde se cruzan las aguas del Mar Negro y del Mar Mediterráneo. Por eso una de las principales atracciones de la ciudad es tomar un ferry para ver desde el agua las mansiones otomanas, las mezquitas, los palacios y las miles de cúpulas coloridas que decoran la costa de Estambul. Una visita imperdible es la basílica de Santa Sofía, comparable al Taj Mahal o al Vaticano, con una de las cúpulas más grandes del mundo y un diseño bizantino que irradia majestuosidad. La Mezquita Azul, nombrada a partir de sus inmensos vitrales de ese color, y el Palacio Topkapi, donde vivía el sultán otomano, también merecen la pena ser visitados. O, por qué no, quedarse un rato admirando la inmensa Torre de Gálata.
Algo icónico de Estambul es perderse por los bazares de la ciudad, donde se experimenta la cultura local en su máxima expresión. El más conocido es el Gran Bazar, pero también es recomendable explorar bazares más pequeños para poder conversar con los locales y comprar productos artesanales. La oferta es infinita: desde especias exóticas y dulces turcos hasta alfombras tejidas a mano, joyas, cerámica, textiles y más. Si sos de los que precisa un respiro de las bocinas y calles transitadas, también te recomendamos el bosque Belgrad para poder pasear por un paisaje natural encantador, sobre todo si visitás la ciudad en otoño.
2. Capadocia
Capadocia es un lugar surrealista. Quizá no te suene su nombre, pero seguro que alguna vez viste un fondo de pantalla con globos aerostáticos de todos colores en un valle rocoso que se parece a Marte. Esta formación rocosa única es conocida como “chimeneas de hadas” y son el resultado de la actividad volcánica y la erosión a lo largo de millones de años.
Reservá con tiempo tu paseo en globo durante el amanecer y disfrutá de una experiencia que vas a recordar para toda tu vida. Además, destiná un día para conocer el increíble pueblo de Göreme —donde las casas se crearon entre la piedra volcánica— y la ciudad subterránea de Derinkuyu, que se usaba como refugio durante los tiempos de guerra y persecución religiosa.
3. Éfeso
Éfeso fue una de las ciudades más importantes de la antigüedad y al visitarla vas a explorar ruinas históricas como templos, teatros y bibliotecas. Entre los lugares más destacados se encuentra el Templo de Artemisa, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, así como el Gran Teatro de Éfeso, que tenía una capacidad para albergar a más de 25.000 espectadores. Éfeso también fue el lugar donde vivió la Virgen María durante sus últimos años de vida y por eso muchos peregrinos viajan a la ciudad para conocer esta casa divina.
4. Costa turquesa
Grecia les robó todo el protagonismo a sus países vecinos Turquía, Albania y Montenegro, pero la realidad es que ellos también tienen aguas cristalinas y paisajes costeros de ensueño. La costa turquesa, nombrada de esta forma también por el colorido de sus aguas, es un destino de playa increíble y el mejor lugar para pasar las vacaciones es Olüdeniz. Este balneario es conocido por su pintoresca laguna de aguas cristalinas y sus playas de arena blanca. Si sos navegante, es posible contratar un paseo de cinco días en un gulet turco, un gran velero de madera de dos mástiles, y así disfrutar de las islas y playas del Mar Mediterráneo.
5. Ruta Licia
Turquía es un destino para todos los tipos de viajeros, incluyendo a los amantes del senderismo. La Ruta Licia es un recorrido de 500 kilómetros bordeando la costa turca por la antigua región de Licia y tiene una de las mejores vistas del país. Sus caminos están señalizados y hay pueblos durante el trayecto, pero lo mejor de todo es que a partir de esta ruta vas a poder conocer las mejores calas escondidas y acantilados de la costa turquesa. Algunos viajeros deciden hacer un tramo a pie, dado que recorrerla por completo tarda entre tres y cuatro semanas, pero también es posible hacer la Ruta Licia en bicicleta o vehículos todoterreno.
6. Pamukkale
En el centro de Turquía se encuentra un lugar que te hace creer que estás en el Ártico, aunque sin frío. Se llama Pamukkale y está compuesto por impresionantes terrazas blancas de piedra travertino, una roca sedimentada con contenido mineral muy alto, que forman piscinas de agua termal. Su nombre significa “castillo de algodón” en turco y es que esta maravilla natural realmente hechiza a sus visitantes. Arriba de estas terrazas se encuentra la Piscina Antigua de Cleopatra, con aguas cristalinas y tibias rodeada de ruinas romanas como columnas caídas, en donde la misma Cleopatra nadó.
Muchos viajeros deciden combinar Grecia y Turquía en su viaje: las icónicas islas y el cautivante mundo árabe. El vuelo de Atenas a Estambul solo dura una hora y media y también es posible cruzar la frontera en bus para llegar de una ciudad a otra.
Preguntas frecuentes
- ¿Cuánto tarda el viaje a Turquía desde Uruguay? 22 horas
- ¿Cuál es la diferencia horaria? Siete horas
- ¿Cómo se llama la moneda local? La lira turca (US$ 1 equivale a TRY$ 32)
- ¿Cuál es el idioma oficial? Turco
- ¿Cuál es la población de Turquía? 84 millones de personas
- ¿Cuál es la mejor época del año para viajar? La mejor época es de abril a junio, durante la primavera, porque el clima es templado y agradable en la mayoría de las regiones
- ¿Se exige Visa para ingresar al país? Para ingresar a Turquía no se necesita tramitar una Visa con antelación y es posible permanecer 90 días como turista