Cuando Manu decidió que había llegado el momento perfecto de irse de vacaciones con su familia por primera vez, su primer temor fue cómo pasaría su hijo en el avión. ¿Y si se asustaba en el despegue y no paraba de llorar? ¿Y si no podía dormir ni un segundo? ¿Y si tenía hambre y no había nada para que pudiera comer? Sabía que los inconvenientes podrían ser muchos, pero también sabía que los tres disfrutarían mucho estas vacaciones y que sería un momento de conexión y crecimiento íntimo como familia. Por eso, decidió tirarse al agua.
A la hora de decidir a dónde viajar, lo primero que tenían claro era que querían ir a un destino con playa y pensaron en Brasil. A Manu le gustó la idea de viajar a Río de Janeiro, pero después se dio cuenta de que era un destino más disfrutable para ir sola o en pareja y que además el clima no era tan estable en agosto. Les empezó a tentar la idea de viajar al Caribe y, sobre todo, poder alojarse en un hotel all inclusive donde todo está resuelto. Les permitiría descansar, disfrutar de la playa, comer rico, caminar y ver shows en vivo.
Así fue que hablaron con Daniela Cantou, asesora de viajes de Jetmar que trabaja en la Sucursal de Carrasco, e hicieron un grupo de WhatsApp para conversar sobre todos los detalles de su viaje y las inquietudes que tenían. Eligieron el Grand Palladium Costa Mujeres Resort & Spa y se dieron cuenta de que este hotel con todo incluido también era favorable para saber exactamente cuánto iban a gastar en su viaje y también poder pagar en cuotas.
A la hora de decidir qué llevar en la valija, Manu tuvo que probarle la ropa de verano a su hijo porque todavía no la había usado. Además, llevó varias opciones de pañales ecológicos para el agua, dos mamaderas, tres baberos, jabón de coco para lavar la ropa —el cual recomienda para la ropa de niños porque la deja extra suave— y, por supuesto, el cochecito. Si el coche es plegable y se puede reducir, Manu recomienda siempre llevarlo contigo y no dejarlo en la puerta del avión.
Manu también pensó en el “plan de contingencia” para Mati en el avión, qué llevaría para distraerlo o para darle de comer. Si bien Manu sigue amamantando a Mati —algo que fue muy favorable en el avión—, también decidió llevar una botella de leche y eso fue clave porque en el avión no había leche. Además, llevó fruta, dos libros, el peluche de apego de Mati y descargó el video de “Las ruedas del autobús” (su favorito) en su celular. La experiencia en el vuelo terminó siendo muy buena.
Otro aspecto clave fue llevar los medicamentos esenciales, que le recetó su pediatra de confianza, para así atacar los principales dolores: fiebre, vómitos, alergias y otitis. Además, contrató el seguro de viajes con Assist Card que ofrece Jetmar, y fue importantísimo porque Mati estuvo enfermo durante el viaje y gracias al seguro tuvo una consulta con un médico en la habitación de su hotel.
Durante las vacaciones, hacían horarios tempraneros, adaptándose a los tiempos de Mati, y por eso desayunaban casi cuando no había gente, se iban a la playa para después y regresaban a la sombra o a la habitación para dormir una siesta. Si viajás con niños, Manu recomienda 100% hospedarte en el sector Family Selection del Grand Palladium, donde las habitaciones, las zonas de comidas, la piscina, los juegos y la playa están muy cerca. En este sector, todo está adaptado a los niños, con zonas de juegos, actividades y comida especial para ellos.
El viaje, sin lugar a duda, los hizo crecer como familia. Manu confirmó lo que usualmente se dice: los niños crecen mucho durante las vacaciones. Vio a su hijo con ánimo de descubrir y experimentar cosas nuevas y también se hizo muchos amiguitos en el hotel. Hacerse amigos de otras familias fue algo que Manu destaca mucho de sus vacaciones en México, la posibilidad de conversar con padres que tienen las mismas inquietudes que uno. Y en cuanto a la pareja, fue un momento para disfrutar viendo a su hijo disfrutar, dejando de lado todas esas preocupaciones que surgen en el diario vivir.
Los cinco tips de Manu da Silveira para padres que viajan por primera vez con bebés
- Planificar bien qué llevar en la valija y, en caso de que viajes a una estación distinta a la que estés viviendo, probarle a tu hijo aquellas prendas que no sepas si le queda grande o chica. Hacer la valija con tiempo para no terminar haciéndola el día antes de viajar (“con tu hijo colgado del cuello” jaja).
- Sacarte todas las dudas sobre qué llevar en el avión y armar un plan de contingencia, además de preguntar cómo está equipada la habitación del hotel. En ese sentido, la agencia ayuda mucho.
- Llevar todo lo que permita la máxima capacidad de ahorro para no tener que comprar nada en el destino, como medicación o cremas.
- Contratar seguro de viajes y tener una persona de referencia en Montevideo ante cualquier imprevisto.
- Hacer comunidad. Promover que tu hijo se haga amigo de otros niños y disfrutar de conversar con otros padres (quizá encuentres esa “tía postiza” que te dé un mano extra durante el viaje).