Curaçao es una isla que lo tiene todo: playas paradisíacas, una capital de arquitectura colonial deslumbrante, oferta hotelera variada y de alto nivel, muchos puntos de buceo y actividades de aventura. Es uno de esos destinos perfectos tanto para viajes familiares, en pareja o para personas mayores. El disfrute está asegurado. Curaçao pertenece al Reino de los Países Bajos y se ubica a 65 kilómetros de la costa venezolana, en la región sur.
La isla caribeña fue un punto estratégico desde la época colonial y su capital, Willemstad, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su mezcla única de arquitectura colonial holandesa y un vibrante colorido caribeño, con canales y puentes que atraviesan la ciudad. Sus calles empedradas y los edificios históricos que bordean la bahía te transportan en el tiempo y se combinan con atracciones turísticas modernas de arte, moda y gastronomía.
¿Todavía no sacaste tu pasaje a Curaçao? En este artículo te damos 10 razones para hacerlo.
1. Una joya del Caribe holandés
Curaçao se destaca de otras islas del Caribe por su impresionante preservación arquitectónica, sobre todo en su capital. Esta ciudad es uno de los ejemplos más hermosos de la herencia colonial holandesa en el Caribe, con edificios de colores, calles empedradas y puertos históricos. Willemstad se divide en dos barrios principales: Punda y Otrobanda, el primero es la parte más antigua de la ciudad y se consolidó como la zona comercial de la isla, llena de tiendas, restaurantes y galerías, mientras que Otrobanda tiene un estilo más bohemio y tradicional y es conocida por sus murales y arte callejero.
2. Muchos vuelos al paraíso
Curaçao es un destino accesible gracias a su excelente conectividad aérea. El Aeropuerto Internacional Hato recibe vuelos directos desde diversas ciudades de Europa, América del Norte y América del Sur. En Jetmar ofrecemos vuelos desde Montevideo a Curaçao con una escala en Panamá.
3. Más de 35 playas y bahías de color celeste
Curaçao es una isla de playas de postal, playas perfectas de arena blanca y aguas turquesas cristalinas. Tenés más de 35 playas y bahías para disfrutar del sol y el mar y entre las más populares están Kenepa, Cas Abao, Bahía Azul y Boka St. Michiel. Uno de los grandes puntos a favor de Curaçao frente a otras islas caribeñas es que la isla está situada fuera del llamado “cinturón de huracanes” y, además, sus playas no tienen sargazo, por lo que los días de clima soleado y aguas claras están asegurados.
4. Un mundo de color
La arquitectura colonial de Curaçao no solo es reconocida por su valor histórico, sino también por sus colores vivos. Los edificios de Willemstad, pintados en tonos de amarillo, verde, celeste y rosado son un emblema visual de la isla. Además, la isla cuenta con una diversa escena de arte urbano, con murales de artistas locales que adornan las calles de Punda y Otrobanda y retratan la cultura y la historia de la isla.
5. Una rica cultura e historia
La cultura de Curaçao es una mezcla fascinante de influencias africanas, europeas y caribeñas. En tu visita por la isla podés disfrutar de festivales y eventos tradicionales, como el Carnaval de Curaçao, con desfiles llenos de color y música. Uno de los espectáculos más famosos es el “Tumba Festival”, el género musical más popular de la isla.
6. Más de 70 puntos de buceo
Curaçao es un destino elegido por turistas de todo el mundo por sus lugares destacados para el buceo. Son más de 70 los sitios para explorar el mundo submarino del Caribe, con tortugas, mantarrayas, pequeños tiburones y una variedad de peces tropicales nadando en los arrecifes de coral. Uno de los puntos más conocidos es el “Tugboat”, un barco hundido que se ha convertido en el hogar de muchas especies.
7. Aventuras interminables
La isla ofrece actividades para todos los gustos, incluyendo paseos en bote, moto de agua y excursiones por la isla en todoterrenos. Hay empresas que ofrecen escalada de roca, tirarse en paracaídas, safari en jeep y tours en motos Harley, entre otros. Para los aficionados de los deportes acuáticos, en la isla también está la posibilidad de hacer ski acuático, wakeboard y windsurf.
8. Explosión de sabores
Uno de los platos tradicionales de la isla es el keshi yena, una preparación a base de queso y relleno con carne, pasas y especias. Para los amantes de la comida de mar, Curaçao ofrece una abundante selección de pescados frescos y mariscos, preparados a la parrilla o en salsas caribeñas con coco. La influencia holandesa también está presente, con platos como el bitterballen (croquetas de carne) y postres como los stroopwafels.
9. Todo el espacio que necesitás
A pesar de su tamaño relativamente pequeño, Curaçao tiene amplios espacios naturales para disfrutar, incluido áreas de preservación ambiental. El Parque Nacional Christoffel es el más grande de la isla, con senderos que te llevan hasta el punto más alto de Curaçao, el Monte Christoffel. Las Cavernas de Hato, también son muy conocidas, con sus formaciones de estalactitas y estalagmitas que se empezaron a generar hace millones de años. Shete Boka National Park, por su parte, es un lugar de paisajes de acantilados impresionantes y se ubican en la costa norte de Curaçao.
10. Una “dushi” bienvenida para todos
La palabra “dushi” en papiamento, el idioma local de Curaçao, significa “dulce” o “buena”, y es usada para describir la hospitalidad cálida de los habitantes de la isla. Curaçao se destaca por ser un lugar seguro y amigable, con una cultura de respeto y aceptación: todos se sentirán bienvenidos en este paraíso tropical.
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